Soy yo.

Soy de las que siempre tropieza con la misma piedra.
De las que con una sola mirada, cara o gesto lo dicen todo.
De las que ordenan el cuarto para desordenarlo.
De las que les gusta leer libros que le hagan pensar y evadirse del mundo.
De las que se ríen de si misma.
De las que siempre se despiertan con mal genio.
De las que odian madrugar.
De las que les gusta quedarse tumbada en la cama mirando al techo y pensando en nada, teniendo miles de cosas por hacer.
De las que tiene remordimientos por todo.
De las que  llora en las películas románticas.
De las que ríe hasta que le duele la tripa.
De las que se emocionan con las canciones.
De las que siempre pierde o rompe los móviles.
De las que  dejan todo a medias.
De las que piensa que todo el mundo es bueno.
De las que no paran de hablar.
De las que quieren cumplir sus sueños, y harán todo lo posible por hacerlo.
De las que siempre llegan tarde.
De las que siempre aguanta hasta llegar a su cuarto para llorar.
De las que bailan con cualquier música, esté dónde esté.
De las que caen y se levantan con una sonrisa en la cara.
De las que  aspiran a más y no se conforman.
De las que aprecian los pequeños momentos.
De las que se sienten orgullosas de su gente.
De las que quieren hacer algo grande.
De las que creen en el amor .
De las que no piensa en las consecuencias.
De las que siempre apoyara a su equipo y a su gente.
De las que siempre le entusiasman las nuevas experiencias y ama emprender una nueva aventura.
De las que tienen claro lo que quieren.
De las que son quien son y quien quieren ser.
De las que quieren vivir una historia de película y se pasa la vida buscando a esa persona.

De las que prefiere la calidad a la cantidad. 
De las que hace todo lo posible por conservar a esos amigos que se cuentan con los dedos de las manos. 
De las que les entra la risa tonta.

De las que deja todo a última hora.
De las vagas.
De las soñadoras.
De las realistas.
De las que por hacer reír a alguien puede hacer el ridículo sin importarle quien se ría de ella.
De las que no le importa pedir perdón cada 5 minutos, por algo malo que ha hecho.
De las que piensan que pueden cambiar el mundo durante una noche porque lo acaban de ver en una película.
De las que se emocionan cuando bailan en las fiestas.
De las que cuando tienen un día estresado lo pagan con el que no debe.
De las que son como son.